viernes, 2 de enero de 2015


Claves para encontrar iglesia (2 Corintios 4) 

No es fácil encontrar una buena y saludable Iglesia donde congregarse, servir y crecer. Basado en 2 Corintios 4, podemos extraer algunos principios claves del esquema de trabajo que cualquier iglesia saludable debería tener como parte de su realidad como comunidad de fe. Este artículo pretende ser un recordatorio de algunos principios que deben marcar la vida de cualquier iglesia cristiana.

  1. Mantiene una agenda pública y transparente - v.1-2
1Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 
La iglesia de Cristo no debe tener nada secreto, los bastidores no pueden ser sucios y el púlpito limpio, todo ministerio cristiano debe “renunciar a lo oculto y vergonzoso, no andando con engaños” y debe hacer todo siempre con transparencia y esa es la gran virtud de un buen sistema de gobierno. La agenda de la Iglesia siempre debe ser clara en sus propósitos y proyectos.

  2. Predica fielmente la Palabra de Dios - v.2-4
3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 
Una iglesia saludable es aquella que presenta una exposición fielmente de la Escritura Sagrada. Un principio fundamental de toda Iglesia cristiana deberá ser siempre una exposición  que “no adultera la palabra de Dios”. Y es por eso que puede correr el riesgo de no ser muy popular ya que “el dios de este siglo al cegar el entendimiento de los incrédulos” creando antipatía al mensaje bíblico.

  3. Concentra sus ministerios en Cristo - v.5-7
5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 
Toda Iglesia cristiana saludable no debe centrar su ministerio en una persona, “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor”, no debe ser una iglesia que proyecte excesivamente la imagen de un predicador o pastor, sino una que concentra todos sus proyectos y realizaciones en la persona de Cristo. Porque todos los que sirven al Señor son “vasos de barro” delante de Dios.

  4. Sufre los padecimientos en Cristo- v.8-12
8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. 
El Señor prometió bendición para quienes forman parte de Su Pueblo, sin embargo, él también anunció que sus seguidores sufrirían persecución y aflicciones. Una de las características del proyecto del Reino de Dios es su carácter contestatario y contracultural, y por lo mismo los padecimientos son parte del propósito de Dios para “llevar en nosotros siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”.

  5. Proclama la expresión de su fe - v.13-14
13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 
La vida cristiana no solamente se adquiere a través del conocimiento de la verdad, sino a través del encuentro personal y la experiencia puntual con esta verdad que es una persona, llamada Jesucristo, y de esta manera. Es por eso que proclama no lo que entiende, sino lo que cree: “Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”.

  6. Extiende la gracia en la medida de su amor - v.15
15Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 
La gran alegría de los cielos es ver cómo la iglesia expresa su amor a muchos que están heridos, solos, despreciados y perdidos. Semana tras semana la iglesia debe mostrar que en la medida de su amor “la gracia se extiende, para que las acciones de gracias abunden para la gloria de Dios”.

  7. Mide su crecimiento en base a la transformación - v.16-17
16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 
El crecimiento de la iglesia nunca debe medirse en base a las conquistas, números o realizaciones, Dios no está interesado en ellas, sino en lo que cada uno se va transformando, pues lo que a Él le interesa es ver a “nuestro hombre interior renovándose de día en día”. Dios está interesado en la transformación de Sus hijos y como consecuencia de eso la evidencia del Reino de Dios en la tierra.

  8. Diferencia entre lo pasajero y lo eterno - v.18
18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 
Una Iglesia cristiana saludable sabe diferenciar entre lo que es pasajero y lo que es duradero, entre lo que es temporal y lo que es eterno. Pues “no miramos nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

Caleb

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