Este espacio virtual me ha servido para arriesgar algunas ideas ampliando algunas pastorales y mensajes que predico en Valparaíso.
El mensaje en cuestión, lo he visto también en otros blogs y me han llegado varios mails con algunas opiniones al respecto. Que satisfactorio fue ver la reacción de personas a este mensaje. No siempre ocurre pero cuando es asi... Que lleve fruto!
La propuesta creo (a mi parecer) es básica! Pero no deja de retumbar en ciertos aspectos de la religiosidad evangélica que han hecho daño a nuestra espiritualidad cristiana bíblica.
"La Iglesia que Dios espera" , basado en 2 Corintios 4, fue la conclusión de la Serie de mensajes Ekklesia, y es la expresión de mi deseo mas profundo para la iglesia que pastoreo.
Estos puntos son redundantes en el esquema de trabajo de cualquier iglesia saludable por lo que no es nada nuevo, más bien es un recordatorio de algunos principios de deben marcar la vida de comunidades cristianas de fe.
La Iglesia que Dios espera:
1. Mantiene una agenda pública y transparente - v.1-2
La iglesia de Cristo no debe tener nada secreto, los bastidores no pueden ser sucios y el púlpito limpio, nosotros “renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con engaños” y hacemos todo siempre con transparencia y esa es la gran virtud de nuestro sistema de gobierno. Nuestra agenda siempre debe ser clara en sus propósitos y proyectos.
2. Predica fielmente la Palabra de Dios - v.2-4
En este proyecto revitalizador de nuestra Iglesia un principio fundamental deberá ser siempre la exposición fiel, “no adulterando la palabra de Dios”. Y es por eso que corremos el riesgo de no ser muy populares ya que “el dios de este siglo al cegar el entendimiento de los incrédulos” crea antipatía con el mensaje bíblico.
3. Concentra sus ministerios en Cristo - v.5-7
No podemos centrarnos en el ministerio de una persona, “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor”, no tendremos una iglesia pastoralista, sino una que concentra todos sus proyectos y realizaciones en la persona de Cristo. Porque todos los que servimos al Señor no somos autosuficientes, sino “vasos de barro” delante de Dios.
4. Sufre los padecimientos en Cristo- v.8-12
El Señor nos prometió la bendición de ser parte de Su Pueblo, sin embargo, él también anunció que sufriríamos persecución y aflicciones, pero las mismas son parte del propósito de Dios para “llevar en nosotros siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”.
5. Proclama la expresión de su fe - v.13-14
La vida cristiana no solamente se adquiere a través del conocimiento de la verdad, sino a través del encuentro personal y la experiencia puntual con esta verdad que es una persona, llamada Jesucristo, y de esta manera “Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”.
6. Extiende la gracia en la medida de su amor - v.15
La gran alegría de los cielos es ver cómo la iglesia expresa su amor a muchos que están heridos. Semana tras semana vemos que en la medida de nuestro amor “la gracia se extiende, para que las acciones de gracias abunden para la gloria de Dios”.
7. Mide su crecimiento en base a la transformación - v.16-17
Nuestro crecimiento nunca se medirá en base a nuestra conquistas o realizaciones, Dios no está interesado en ellas, sino en lo que nos transformamos, pues lo que a Él le interesa es ver a “nuestro hombre interior renovándose de día en día”. Pues Dios está interesado en la transformación de Sus hijos y como consecuencia de eso la evidencia del Reino de Dios en la tierra.
8. Diferencia entre lo pasajero y lo eterno - v.18
La Iglesia que Dios espera sabe diferenciar entre lo que es pasajero y lo que es duradero, entre lo que es temporal y lo que es eterno. Pues “no miramos nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.¡Que podamos responder a esta expectativa divina, dependiendo de Su gracia capacitadora!
Caleb
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